domingo, 2 de septiembre de 2018



Narrar…
sigue siendo una aventura

Pérez de Villarreal, Carlos F.
Narrar… sigue siendo una aventura / Carlos F. Pérez de Villarreal
    1a ed. Editorial MB - Miramar
    120 Páginas / Formato: 21 x 14,5 cm.
     ISBN 978-987-42-3598-5
     1. Narrativa Argentina Contemporánea
     I. Editorial MB / Literatura / II. Título
     CDD A863
 Copyright. Derecho de Autor. Todos los derechos reservados. Está prohibido reproducir total o parcialmente, de cualquier forma o con cualquier medio electrónico, incluso con el sistema de fotocopiado sin el permiso del autor. Queda hecho el depósito que marca la ley 11.723 de Propiedad Intelectual. Prohibida la reproducción total o parcial sin autorización del autor. ISBN 978-987-42-35985 
IMPRESO EN ARGENTINA 
Editorial MB - 2017
Maqueta: Mariana Boh
Diseño de portada: Claudio Domínguez
nanoz36@hotmail.com 
Se terminó de imprimir en Editorial MB, Miramar, en el mes de abril de 2017.


Dedicatoria 

A mi esposa
A mis hijos
A mis nietos
Ellos siguen siendo el puntal que sostiene mi vida. 

Agradecimiento 
A todos aquellos, que de una u otra manera estuvieron conmigo, ayudando a demostrar que la escritura es explorar nuevos mundos por construir, llenos de posibilidades.



A manera de Prólogo

“… Narrar una historia, ya sea real o ficticia, no solo es una aventura, sino también un desafío. El desafío de transportar con el lenguaje al lector y hacerlo partícipe de los sucesos hasta seducirlo. Para ello, el autor cuenta no solo con su memoria y su imaginación, sino también con la astucia y el conocimiento de ciertas técnicas literarias que se necesitan para que los textos cobren vida propia y el relato resulte creíble.
Esto forma parte vital del oficio de escritor, y se consigue con el quehacer diario de la lectura y la escritura, acompañada de talleres literarios.

Después, sólo nos queda a los lectores dejarnos llevar por el impulso del relato para sentirnos protagonistas de las acciones como héroes o villanos, víctimas o victimarios, o como simple espectadores, pero siempre con la firma convicción y entrega para volar hacia el mágico universo de la literatura.

En estos relatos, Carlos Pérez de Villarreal lo logra con un fino y osado trazo de su atrevimiento y propuesta, recorriendo distintas formas de manifestarse, desde la fábula, el cuento breve, hasta el microrelato.
El próximo paso para que el ciclo creativo cumpla su viaje y llegue a puerto, le corresponde al legítimo dueño de los textos, o sea, el lector.

Ésta, es una concisa reseña de un buen libro sumido de tiernas y duras narraciones, que pueden colmarnos y sacudirnos hasta la emoción…”


Aníbal Ariel Arona 

Nota del Autor

La Saga comenzó con” La aventura de narrar”. Fue la primera obra que abrió las puertas a este deseo de contar. Lo que hoy me lleva a escribir este segundo libro “Narrar… sigue siendo una aventura”, es ese mismo sentimiento que llevo dentro, impulsivo y entusiasta, que despierta la necesidad imperiosa de escribir.

A veces nos preguntan: ¿Por qué escribimos?
No hay una sola respuesta.
Lo que sí puedo afirmar, es que permite abrir las alas de la imaginación y llevarnos lejos. Volar por lugares y situaciones que jamás pensábamos encontrar.
Expresamos inquietudes, deseos, aspiraciones, fantasías, obsesiones y hasta parte de nuestros recuerdos.
Todo se amalgama, todo se ensambla, para dar a luz un conjunto de emociones, que nos hace sentir que realmente vale la pena.

¡Sí, escribir, vale la pena!
Vale la pena porque es un modo de vivir, es una relación que nos permite percibir y experimentar lo que nos rodea. Abre la puerta a un mundo impensado, desconocido, donde somos el nexo de unión, en este sorprendente viaje hacia la ficción.
Escribir encierra conmociones, sutilezas, ironía y por sobre todas las cosas… pasión.
Muchas veces tratamos de explicar lo inexplicable.
Nunca tenemos certezas. El tiempo no es nada, no es medible. No nos desvivimos por el ayer. No pretendemos ser el mañana. Nos hacemos a nosotros mismos, sin límites, porque un segundo es la vida entera.
En un segundo se nace y en un segundo se muere.
Lo único válido es enfrentarse a uno mismo, tener una visual propia e ir tras ella, con arrojo, obstinación, honestidad y trabajo. ¡Es el coraje y el entusiasmo lo que hacen la diferencia!
Debemos crear, crear y crear para que la magia no se detenga nunca, porque además, disfrutamos la necesidad que nos brinda la escritura: comunicación.

Estas páginas se abren en infinitas disyuntivas.
Adentrarse en estas narraciones abre un universo ilimitado de posibilidades. Aparecen variados caminos, selvas lujuriosas y desiertos quemantes, librados a la imaginación. Cada lector deberá leerlas y re-leerlas, para darles su propia interpretación.
Esa es la magia de la escritura, mutarse, transformarse de acuerdo a quien la lee.

La narrativa vocifera, revela, manifiesta, acusa, hace reír, pensar y recapacitar.
Esta tarea requiere esfuerzo, dedicación e intelecto y una habilidad especial: una destreza fantástica donde entran en juego la técnica, la perseverancia y el talento. En las escasas páginas de un cuento breve, buscamos un arduo equilibrio entre armonía y proporción, entre rapidez para narrar y capacidad para mostrar ese mundo. No es poca cosa.
No se es escritor por haber elegido decir ciertas cosas, ni por la forma de escribir, sino por los sentimientos que producimos en el lector cuando nos lee: un recuerdo, una interpretación, una visión. Tal vez, hasta se haga partícipe necesario de nuestra narrativa; porque cuando cerramos un libro jamás somos los mismos.
Pero también se debe tener en cuenta, que nosotros al crear, también manifestamos un cambio: dejamos de ser lo que éramos, para ser otros.

“Narrar… sigue siendo una aventura” nos lleva por caminos inexplorados, que raras veces llegan a su final, porque pueden ser transitados incontables veces con historias interminables, en donde el tiempo y el espacio pierden significado.

Que su lectura sea interesante, atrayente y sugestiva.
Esa fue la intención al crearlo.
Sigo creyendo en lo más profundo de mí mismo, que la escritura es libertad.