ENCUENTRO NACIONAL HOMBRES Y MUJERES TRABAJANDO POR LA PAZ

Encontrarme con amigos, conocer nuevos, que bregan por la cultura en todas sus formas. Que vinieron de distintas provincias de nuestro país para encontramos en un espacio como El Cabildo de Mar del Pata... fue una experiencia muy gratificante. 
El E dejó recuerdos imborrables. Gracias Elena Paniagua, Nora, Nélida Baigorria y a los anfitriones Ana María Martino y Adolfo Nieto. 
El premio es una gratificación, ninguna duda, pero la emotividad, lo escuchado y lo vivido, eso fue lo mejor. Cada uno con su quehacer, pone su granito de arena en pos de la paz.

Aquí va una pequeña reflexión que puse a consideración:
Paz… ¡qué palabra tan corta… y cuánto significa!
Podríamos decir que la paz es un estado de calma y equilibrio.
Cuando nos referimos entonces al plano propio, al individual, comprobamos que es un estado interior que no tiene sentimientos negativos. 
La furia, el rencor, el desprecio, no están presentes. 
Nos encontramos serenos y por ende, también con los demás. La paz interior nos permite encontrar las mejores soluciones a cualquier problema, a cualquier conflicto.
Nos ayuda a aceptar nuestros errores y recapacitar sobre ellos.
Hablar de paz, implica encontrar el camino que debe llevarnos a respetar y a aceptar a los demás, cómo son. 
Por eso, esta conquista, está en el interior de cada uno de nosotros.
Por otra parte, en lo concerniente a lo macro, a lo universal, no solo significa ausencia de guerra, sino que implica tener una realidad libre de todo tipo de violencia.
Pero cuidado, en el camino hacia el encuentro de esa paz, podemos encontrar muchos obstáculos.
No es fácil para el ser humano dejar al guerrero que todavía llevamos dentro. 
Entonces, nos corresponde a todos, fomentar la cultura de paz entre las personas. Y estas instituciones que nos cobijan hoy, bregan por ello.
Si apostamos por la tolerancia, la comprensión y el respeto a la vida de los demás, les aseguro que podremos vivir en un mundo mejor.
Con mucha razón, los antiguos describieron a la paz como “la tranquilidad en el orden”.
O como bien lo afirmaba Gandhi: “no hay camino para la paz, la paz es el camino.”