domingo, 30 de enero de 2022

 

LEAVING PEACE INTERNATIONAL

Como Embajador del “Cercle Universal des Ambassadeurs de la Paix Suisse/France”, me ha llegado la información por parte de su Presidenta Gabrielle Simond, de la celebración de “Leaving Peace International”, fundada y coordinada por el Dr. Carlos Palma, Embajador de Paz de Portugal.
El proyecto nació en Egipto un 5 de febrero de 2011, con 12 estudiantes, a través de este profesor uruguayo, que viviendo en Medio Oriente por más de 25 años el drama de las continuas guerras y conflictos, se preguntó como poder dar una respuesta concreta a la necesidad de paz. Se basó en el lanzamiento del “Dado de la Paz”, en cuyas caras no hay números, sino frases que ayudan a construir relaciones de armonía y concordia entre todos.
Hoy son más de un millón en 130 países. Más de 600 mil jóvenes “Embajadores de Paz”.
Más de 1000 escuelas, centros penitenciarios, movimientos juveniles, asociaciones, institutos, 82 organizaciones internacionales pertenecientes a diferentes culturas y religiones, todos trabajando con un mismo fin.
En el presente, la entidad reúne a los niños y adolescentes del mundo entero para festejar el 10° Aniversario, el 5 de febrero de 2020, a las 14:30 en Italia (10:30 hora Argentina).
¿Qué se entiende por educación para la paz?
No es solo una disciplina más, sino una forma de entrenamiento, una herramienta, un camino para desarrollar la creatividad y la autonomía de los niños/niñas para enfrentarse a los problemas, aprender a dialogar y experimentar, para que adquieran conciencia de sus propios recursos al sentirse cada uno responsable de todo.
Educación para la Paz significa, por tanto, promover una acción práctica dentro de un contexto específico, empezando por las relaciones interpersonales, sin perder de vista cuestiones más generales como los modelos de desarrollo, la distribución de recursos y la gestión del poder; realizando acciones concretas para transformar desde abajo una sociedad globalizada, donde la falta de derechos y las chocantes desigualdades hacen perder el sentido a menudo de la palabra "paz".








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